viernes, 11 de abril de 2014

Lecciones 101 a 110 de Un Curso de Milagros

LECCIÓN 101 - 11 de abril


La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.

1. Hoy continuaremos con el tema de la felicidad. 2Esta idea es esencial para poder comprender el significado de la salvación. 3Todavía crees que la salvación requiere que sufras como peni­tencia por tus "pecados". 4Pero no es así. 5No obstante, no podrás evitar pensar que lo es, mientras sigas creyendo que el pecado es real y que el Hijo de Dios puede pecar.
2. Si el pecado es real, entonces el castigo es justo e ineludible. 2La salvación, por lo tanto, sólo se puede obtener mediante el sufrimiento. 3Si el pecado es real, la felicidad no puede sino ser una ilusión, pues ambas cosas no pueden ser verdad. 4Los que pecan sólo merecen muerte y dolor, y por eso es por lo que cla­man. 5Pues saben que eso es lo que les espera, y que los buscará y que en algún punto y en algún lugar los encontrará, de modo que puedan saldar la deuda que tienen con Dios. 6Debido a su terror, tratan de escaparse de Él. 7Mas Él los seguirá persiguiendo y ellos no podrán escapar.
3. Si el pecado es real, la salvación tiene que ser el dolor. 2El dolor es el costo del pecado, y si el pecado es real el sufrimiento es inevitable. 3La salvación no puede sino ser temible, pues mata, aunque lentamente, y antes de otorgar el deseado favor de la muerte a las víctimas que están casi en los huesos antes de haber sido apaciguada, los despoja de todo. 4Su ira es insaciable e in­clemente, aunque totalmente justa.
4. ¿Quién buscaría un castigo tan brutal? 2¿Quién no huiría de la salvación, intentando por todos los medios ahogar la Voz que se la ofrece? 3¿Por qué habría de tratar de escuchar y aceptar Su ofrecimiento?4Si el pecado es real, lo que le ofrece es la muerte, que le inflige cruelmente para que esté a la par de los perversos deseos de donde nace el pecado. 5Si el pecado es real, la salvación se ha vuelto tu enemigo acérrimo, la maldición de Dios contra ti que crucificaste a Su Hijo.
5. Hoy necesitas las sesiones de práctica. 2Los ejercicios te enseñan que el pecado no es real y que todo lo que crees que inevitable­mente ha de ocurrir como consecuencia de él jamás podrá suce­der, pues carece de causa. 3Acepta la Expiación con una mente receptiva que no abrigue la creencia de que has hecho del Hijo de Dios un demonio. 4El pecado no existe. 5Practicaremos hoy este pensamiento tan a menudo como nos sea posible, pues es la base de la idea de hoy.
6. La Voluntad de Dios para ti es perfecta felicidad, toda vez que el pecado no existe y el sufrimiento no tiene causa. 2La dicha es justa, y el dolor no es sino señal de que te has equivocado con respecto a ti mismo. 3No tengas miedo de la Voluntad de Dios. 4Por el contrario, ampárate en ella con la absoluta confianza de que te liberará de todas las consecuencias que el pecado ha for­jado en tu febril imaginación.5Di:

6La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
7El pecado no existe ni tiene consecuencias.

8Así es como debes dar comienzo a tus sesiones de práctica. aLuego intenta otra vez encontrar la dicha que estos pensamientos le brin­darán a tu mente.
7. Da gustosamente estos cinco minutos, para eliminar la pesada carga que te has echado encima al abrigar la demente creencia de que el pecado es real. 2Escápate hoy de la locura. 3Ya estás firme­mente plantado en el camino que conduce a la libertad, y ahora la idea de hoy te da alas para acelerar tu progreso y esperanza para que vayas aún más deprisa hacia la meta de paz que te aguarda. 4El pecado no existe. 5Recuerda esto hoy, y repite en silencio tan a menudo como puedas:

6La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
7Ésa es la verdad, pues el pecado no existe.


LECCIÓN 102 - 12 de abril


Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.

1. Tú no quieres sufrir. 2Tal vez creas que el sufrimiento te puede aportar algo, y puede que en cierta medida todavía creas que te aporta algo que deseas. 3Esta creencia, no obstante, ha quedado sin duda quebrantada ahora, por lo menos lo suficiente como para permitirte ponerla en duda y empezar a sospechar que en realidad no tiene sentido. 4Aún no ha desaparecido, mas ya no tiene las raíces que en un tiempo la sujetaban con firmeza a los ocultos y tenebrosos recovecos de tu mente.
2. Hoy trataremos de disminuir aún más su debilitado agarre, y de darnos cuenta de que el dolor no tiene objeto, ni causa, ni poder alguno con que lograr nada. 2No puede aportarte nada en absoluto. 3No te ofrece nada y no existe. 4Y todo lo que crees que te ofrece es tan inexistente como él. 5Has sido esclavo de algo que no es nada. 6Sé libre hoy de unirte a la feliz Voluntad de Dios.
3. Durante varios días continuaremos dedicando nuestras sesio­nes de práctica a llevar a cabo ejercicios que han sido diseñados para ayudarte a encontrar la felicidad que la Voluntad de Dios ubicó en ti. 2Ahí se encuentra tu hogar y tu seguridad. 3Ahí se encuentra tu paz y ahí no hay miedo. 4Ahí se encuentra la salva­ción. 5Ahí por fin encuentras descanso.
4. Da comienzo hoy a tus sesiones de práctica con esta declara­ción de que aceptas lo que la Voluntad de Dios dispone para ti:

2Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.
aY acepto ahora la felicidad como mi función.

3Busca entonces esa función en lo más recóndito de tu mente, pues está ahí, esperando tan sólo tu decisión. 4No puedes dejar de encontrarla una vez que te des cuenta de que ésa es tu deci­sión y de que compartes con Dios Su Voluntad.
5. Sé feliz, pues tu única función aquí es la felicidad. 2No tienes por qué ser menos amoroso con el Hijo de Dios que Aquel Cuyo Amor lo creó tan amoroso como Él Mismo. 3Además de estos descansos de cinco minutos cada hora, haz frecuentes pausas hoy para decirte a ti mismo que ahora has aceptado la felicidad como tu única función aquí. 4Y ten por seguro que al hacer esto te esta­rás uniendo a la Voluntad de Dios.

LECCIÓN 103 - 13 de abril


Dios, al ser Amor, es también felicidad.

1. La felicidad es un atributo del amor. 2No se puede separar de él 3ni experimentarse donde éste no está. 4El amor no tiene límites, al estar en todas partes. 5La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes. 6Mas la mente puede negar que esto es así, al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infil­trarse y acarrear dolor en lugar de dicha. 7Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos.
2. De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real. 2Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha. 3Hoy tratare­mos nuevamente de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que:

4Dios, al ser Amor, es también felicidad.
5Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.

6Comienza tus sesiones de práctica de hoy con esta asociación que corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. 7Subraya asi­mismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él.
3. Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia. 2Da la bienvenida entonces a toda la felici­dad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reem­plaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. 3Dado que Dios es Amor, se te conce­derá. 4Refuerza esa esperanza a menudo a lo largo del día, y aca­lla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es benévola y completamente cierta:

5Dios, al ser Amor, es también felicidad.
6Y la felicidad es lo que busco hoy.
7No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad.

LECCIÓN 104 - 14 de abril


Busco únicamente lo que en verdad me pertenece.

1. La idea de hoy continúa con el tema de que la dicha y la paz no son sueños vanos. 2Tienes derecho a ellos por razón de lo que eres. 3Te llegan procedentes de Dios, Quien no puede dejar de darte lo que Él dispone. 4Pero primero tiene que haberse preparado un lugar donde recibir Sus dones. 5Pues éstos no son bien acogidos por la mente que ha aceptado los regalos que ella misma fabricó allí donde sólo a los de Dios les corresponde estar.
2. Hoy queremos deshacernos de cuanto regalo inútil nosotros mismos hayamos fabricado y depositado ante el santo altar donde sólo a los dones de Dios les corresponde estar. 2Sus dones son los que en verdad son nuestros. 3Sus dones son los que here­damos desde antes de que el tiempo comenzara, y los que segui­rán siendo nuestros después de que el tiempo haya pasado a ser eternidad. 4Sus dones son los que se encuentran en nosotros ahora, pues son intemporales. 5Y no tenemos que esperar a que sean nuestros. 6Son nuestros hoy.
3. Elegimos, por lo tanto, tenerlos ahora, sabiendo que al elegirlos en lugar de lo que nosotros mismos hemos fabricado, no estamos sino uniendo nuestra voluntad a la de Dios y reconociendo que ambas disponen lo mismo. 2Nuestros períodos de práctica más prolongados de hoy, los cinco minutos que cada hora le dedica­mos a la verdad para tu salvación, deben comenzar con lo siguiente:

3Busco únicamente lo que en verdad me pertenece, y la dicha y la paz son mi herencia.

4Deja a un lado entonces los conflictos mundanos que ofrecen otros regalos y otros objetivos que sólo pueden perseguirse en un mundo de sueños y que se componen de ilusiones, de las cuales dan testimonio.
4. Dejamos todo esto a un lado y, en su lugar, buscamos aquello que verdaderamente es nuestro cuando pedimos poder recono­cer lo que Dios nos ha dado. 2Despejamos en nuestras mentes un santo lugar ante Su Altar, en el que Sus dones de paz y felicidad son bien recibidos y al que venimos a encontrar lo que Él nos ha dado. 3Venimos llenos de confianza hoy, conscientes de que lo que Él da es lo que en verdad nos pertenece. 4Y ya no deseamos nada más, pues no hay nada más que en verdad nos pertenezca.
5. De esta manera, despejamos hoy el camino para Él, al recono­cer simplemente que Su Voluntad ya se ha cumplido y que la dicha y la paz nos pertenecen por ser Sus eternos dones. 2No nos permitiremos perderlos de vista entre cada uno de los períodos en que venimos a buscarlos allí donde Él los depositó. 3Traere­mos a la memoria el siguiente recordatorio tan a menudo como podamos:

4Busco únicamente lo que en verdad me pertenece.
5Lo único que quiero son los dones de dicha y paz de Dios.

LECCIÓN 105 - 15 de abril

Mías son la paz y la dicha de Dios.

1. La paz y la dicha de Dios te pertenecen. 2Hoy las aceptaremos, sabiendo que son nuestras. 3Y trataremos de entender que estos regalos se multiplican a medida que los recibimos. 4No son como los regalos que el mundo da, en los que el que hace el regalo pierde al darlo, y el que lo recibe se enriquece a costa de la pér­dida del que se lo dio. 5Eso no son regalos, sino regateos que se hacen con la culpabilidad. 6Los regalos que verdaderamente se dan no entrañan pérdida alguna. 7Es imposible que alguien pueda ganar a costa de la pérdida de otro. 8Ello implicaría un límite y una condición de insuficiencia.
2. Ésa no es la manera de hacer regalos. 2Tales "regalos" no son sino tratos que se hacen con vistas a obtener algo más valioso; préstamos con intereses que se tienen que pagar en su totalidad; créditos a corto plazo, en los que el que recibió el regalo se com­promete a pagar con creces lo recibido. 3Esta extraña distorsión de lo que significa dar impera en todos los niveles del mundo que ves. 4Priva de todo sentido a cualquier regalo que das, y hace que los que aceptas no te aporten nada.
3. Uno de los principales objetivos de aprendizaje de este curso es invertir tu concepto de lo que es dar, de modo que puedas recibir. 2Pues dar se ha convertido en una fuente de temor, y, así, evitas emplear el único medio a través del cual puedes recibir. 3Acepta la paz y la dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es un regalo de otra manera. 4Los regalos de Dios no disminuyen cuando se dan. 5Por el contrario, se multiplican.
4. De la misma manera en que la paz y la dicha del Cielo se inten­sifican cuando las aceptas como los regalos que Dios te da, así también la dicha de tu Creador aumenta cuando aceptas como tuyas Su dicha y Su paz. 2Dar verdaderamente equivale a crear. 3Extiende lo que no tiene límites a lo ilimitado, la eternidad hasta la intemporalidad y el amor hasta sí mismo. 4Añade a todo lo que ya está completo, mas no en el sentido de añadir más, pues eso implicaría que antes era menos.5Añade en el sentido de que per­mite que lo que no puede contenerse a sí mismo cumpla su come­tido de dar todo lo que tiene, asegurándose así de que lo poseerá para siempre.
5. Acepta hoy la paz y la dicha de Dios como tuyas. 2Permite que Él se complete a Sí Mismo, tal como Él define lo que es estar com­pleto. 3Comprenderás que lo que le brinda compleción a Él se la brinda también a Su Hijo. 4Él no puede dar a través de pérdidas. 5Ni tú tampoco. 6Acepta hoy Su regalo de dicha y de paz, y Él te dará las gracias por el regalo que le haces.
6. Nuestras sesiones de práctica de hoy comenzarán de manera ligeramente distinta. 2Da comienzo al día pensando en aquellos hermanos a quienes les has negado la paz y la dicha a las que tienen derecho de acuerdo con las equitativas leyes de Dios. 3Al negárselas a ellos fue cuando te las negaste a ti mismo. 4Y a ese punto es adonde tienes que volver para reivindicarlas como pro­pias.
7. Piensa en tus 'enemigos' por un rato y dile a cada uno de ellos según cruce tu mente:

2Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la paz y la dicha de Dios sean mías.

3De esta manera te preparas para reconocer los regalos que Dios te ha dado, y permites que tu mente se libre de todo lo que te podría impedir triunfar hoy. 4Ahora estás listo para aceptar el regalo de paz y de dicha que Dios te ha dado. 5Ahora estás listo para experimentar la dicha y la paz que te has negado a ti mismo. 6Ahora puedes decir: "Mías son la paz y la dicha de Dios", pues has dado lo que quieres recibir.
8. Si preparas tu mente tal como te hemos indicado, no podrás sino tener éxito hoy. 2Pues habrás permitido que se levanten todas las barreras que te separan de la paz y de la dicha, y que por fin te llegue lo que es tuyo. 3Di, pues, para tus adentros: "Mías son la paz y la dicha de Dios" ; cierra los ojos por un rato y deja que Su Voz te asegure que las palabras que pronuncias son verdad.
9. Pasa hoy cinco minutos con Él de esta manera cada vez que puedas, pero no creas que menos tiempo de eso no tiene valor cuando no le puedas dedicar más. 2Cuando menos, acuérdate de repetir cada hora las palabras que lo exhortan a que te dé lo que es Su Voluntad dar y lo que es Su Voluntad que tú recibas. 3Pro­ponte hoy no interferir en Sus designios. 4Y si algún hermano pareciese tentarte a que le niegues el regalo que Dios le ha hecho, considera eso como una oportunidad más para permitirte a ti mismo aceptar los regalos de Dios como tuyos. 5Bendice entonces a tu hermano lleno de agradecimiento y di:

6Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la paz y la dicha de Dios sean mías.

LECCIÓN 106 - 16 de abril


Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

1. Si no le prestases atención a la voz del ego, por muy ensordece­dora que parezca ser su llamada; si no aceptases sus míseros rega­los que no te aportan nada que realmente quieras, y si escuchases con una mente receptiva que no te haya dicho lo que es la salva­ción, podrías entonces oír la poderosa Voz de la verdad, serena en su poder, fuerte en su quietud y absolutamente segura de Sus mensajes.
2. Escucha, y oye a tu Padre hablarte a través de la voz que Él ha designado sea su Voz, la cual acalla el estruendo de lo que no tiene sentido y les muestra el camino de la paz a los que no pue­den ver. 2Aquiétate hoy y escucha la verdad.3No te dejes engañar por las voces de los muertos, que te dicen que han encontrado la fuente de la vida y te la ofrecen para que creas en ella. 4No les hagas caso, antes bien, escucha la verdad.
3. Hoy no tengas miedo de eludir las voces del mundo. 2Sigue adelante con paso ligero más allá de su insensata persuasión. 3No les prestes oídos. 4Aquiétate hoy y escucha la verdad. 5Ve más allá de todas las cosas que no hablen de Aquel que tiene tu felici­dad en Sus manos, y que te la ofrece con calidez y amor. 6Escú­chalo únicamente a Él hoy, y no te demores más en llegar hasta Él. 7Eccucha una sola Voz hoy.
4. Hoy se cumple la promesa de la Palabra de Dios. 2Escucha y permanece en silencio. 3Él quiere hablarte. 4Él viene a ti con mila­gros que son mil veces más jubilosos y más maravillosos que los que tú jamás hayas podido soñar o desear en tus sueños. 5Sus milagros son verdad. 6No se desvanecerán cuando al sueño le llegue su fin. 7Por el contrario, son los que darán fin al sueño; y perdurarán eternamente, pues proceden de Dios para Su Hijo bienamado, cuyo otro nombre eres tú. 8repárate hoy para los milagros. 9Permite que hoy se cumpla la ancestral promesa que tu Padre te hizo a ti y a todos tus hermanos.
5. Óyelo hoy, y escucha la Palabra que levanta el velo que cubre la tierra y que despierta a todos los que duermen y no pueden ver. 2Dios los llama a través de ti. 3Él necesita tu voz para hablar­les, pues, ¿quién sino el Padre podría llegar hasta el Hijo, llamán­dolo a través de tu Ser? 4Óyelo hoy, y ofrécele tu voz para que Él pueda hablarle a las multitudes que esperan a oír la Palabra que Él pronunciará hoy.
6. Estáte listo para la salvación. 2Está aquí, y hoy se te concederá. 3Y descubrirás cuál es tu función por medio de Aquel que la eli­gió por ti en Nombre de tu Padre. 4Escucha hoy, y oirás una Voz que resonará por todo el mundo a través de ti. 5El Portador de todos los milagros necesita que tú los recibas primero, para que así te conviertas en el feliz dador de lo que has recibido.
7. Así comienza la salvación y así termina: cuando todo sea tuyo y lo hayas dado completamente, permanecerá contigo para siem­pre. 2La lección se habrá aprendido. 3Hoy vamos a practicar lo que es dar, pero no de la manera en que lo entiendes ahora, sino tal como es.4Los ejercicios de cada hora deben ir precedidos de esta plegaria de iluminación:

5Me aquietaré y escucharé la verdad.
6¿Qué significa dar y recibir?

8. Pregunta, y confía en que se te contestará. 2Lo que pides es algo cuya respuesta ha estado esperando mucho tiempo a que la acep­tes. 3Dicha respuesta representará el comienzo del ministerio para el que viniste, el cual liberará al mundo de la creencia de que dar es una manera de perder. 4De este modo el mundo se prepara para entender y para recibir.
9. Aquiétate y escucha la verdad hoy. 2Por cada cinco minutos que pases escuchando, mil mentes se abrirán a la verdad y oirán la santa Palabra que tú oyes. 3Y cuando la hora haya pasado, liberarás mil más que harán una pausa para pedir que la verdad les sea revelada tanto a ellas como a ti.
10. Hoy se cumple la santa Palabra de Dios cuando tú la recibes para darla, de manera que puedas enseñarle al mundo lo que sig­nifica dar, escuchándolo y aprendiéndolo de Él. 2No te olvides hoy de reforzar tu decisión de escuchar y recibir la Palabra, repi­tiendo el siguiente recordatorio tan a menudo como te sea posible:

3Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
4Hoy soy el mensajero de Dios.
5Mi voz es Suya para dar lo que recibo.

LECCIÓN 107 - 17 de abril

La verdad corregirá todos los errores de mi mente.

1. ¿Qué otra cosa puede corregir las ilusiones sino la verdad? 2¿Y qué son los errores sino ilusiones que aún no se han reconocido como tales? 3Allí donde la verdad ha hecho acto de presencia los errores desaparecen. 4Simplemente se desvanecen sin dejar ni ras­tro por el que se pudiesen recordar. 5Desaparecen porque, sin la creencia que los sustenta, no tienen vida. 6De este modo, se disuel­ven en la nada de donde provinieron. 7Del polvo vienen y al polvo volverán, pues lo único que queda es la verdad.
2. ¿Puedes imaginarte lo que sería un estado mental en el que no hubiese ilusiones? 2¿Qué sensación te produciría? 3Trata de recor­dar algún momento -quizá un minuto, o incluso menos- en el que nada vino a perturbar tu paz; en el que te sentiste seguro de ser amado y de estar a salvo. 4Trata entonces de imaginarte cómo sería si ese momento se pudiera extender hasta el final del tiempo y hasta la eternidad. 5Luego deja que la sensación de quietud que sentiste se multiplique cien veces, y luego cien veces más.
3. Entonces tendrás un atisbo, que no es más que un leve indicio del estado en el que tu mente descansará una vez que haya lle­gado la verdad. 2Sin ilusiones no puede haber miedo, dudas o ataque. 3Cuando la verdad llegue todo dolor cesará, pues no habrá cabida en tu mente para pensamientos transitorios e ideas muertas. 4La verdad la ocupará por completo y te liberará de todas tus creencias en lo efímero. 5No habrá cabida para éstas porque la verdad habrá llegado y ahora dichas creencias no esta­rán en ninguna parte. 6No se pueden encontrar, pues ahora la verdad lo ocupa todo eternamente.
4. Cuando la verdad llega no se queda sólo por un rato para luego desaparecer o convertirse en otra cosa. 2Su forma no cam­bia ni varía, ni ella va y viene, para luego volver a irse y regresar de nuevo. 3Permanece exactamente como siempre fue, de manera que podamos contar con ella en caso de cualquier necesidad, y confiar, con perfecta certeza, en que estará con nosotros en todas las aparentes dificultades y dudas que engendran las apariencias que el mundo presenta. 4Éstas simplemente desaparecerán cuando la verdad corrija los errores de tu mente.
5. Cuando la verdad llega trae en sus alas el don de la perfecta constancia, así como un amor que no se arredra ante el dolor, sino que mira, con seguridad y firmeza, más allá de él. 2He aquí el don de la curación, pues la verdad no necesita defensa y, por lo tanto, no es posible ningún ataque. 3Las ilusiones pueden llevarse ante la verdad para ser corregidas. 4Pero la verdad se alza muy por encima de las ilusiones, y no puede ser llevada ante éstas para hacer que sean verdad.
6. La verdad no va y viene, no cambia ni varía, adoptando una apariencia ahora y luego otra, evitando la captura y evadiendo la aprehensión. 2No se oculta. 3Se alza en plena luz, claramente acce­sible. 4Es imposible que alguien que la busque verdaderamente no la pueda encontrar. 5Este día le pertenece a la verdad. 6Dale lo que le corresponde, y ella te dará lo que es tuyo. 7No fuiste creado para sufrir y morir. 8La Voluntad de tu Padre dispone que esos sueños desaparezcan. 9Deja que la verdad los corrija.
7. No estamos pidiendo lo que no tenemos. 2Estamos pidiendo simplemente lo que nos pertenece, de manera que podamos reco­nocer que es nuestro. 3Hoy practicamos con la feliz certeza que emana de la verdad. 4Los titubeantes e inestables pasos de la ilu­sión no serán nuestro enfoque hoy. 5Estamos tan seguros de que vamos a triunfar como de que vivimos, de que tenemos esperan­zas y de que respiramos y pensamos. 6No tenemos ninguna duda de que hoy caminamos con la verdad, y contamos con ella para que forme parte de todos los ejercicios que habremos de hacer en este día.
8. Comienza pidiéndole a Aquel que te acompaña en esta empresa que permanezca en tu conciencia conforme vas con Él. 2Tú no estás hecho de carne, sangre y huesos, sino que fuiste creado por el mismo Pensamiento que le concedió a Él el don de la vida. 3Él es tu Hermano, y tan parecido a ti que tu Padre sabe que ambos sois lo mismo. 4Es a tu propio Ser al que le pides que te acompañe, y ¿cómo podría Él no estar donde tú estás?
9. La verdad corregirá todos los errores de tu mente que te dicen que puedes estar separado de Él. 2Habla con Él hoy, y compromé­tete a permitir que Su función se realice a través de ti. 3Compartir Su función es compartir Su dicha. 4Dispones de Su confianza cuando dices:

5La verdad corregirá todos los errores de mi mente, y descansaré en Aquel que es mi Ser.

6Deja entonces que Él te guíe dulcemente hacia la verdad, la cual te envolverá y te llenará de una paz tan profunda y serena que te será difícil regresar al mundo que te es familiar.
10. Aun así, te sentirás feliz de volver a ver ese mundo. 2Pues trae­rás contigo la promesa de los cambios que la verdad que te acom­paña habrá de efectuar en él. 3Éstos serán cada vez mayores con cada regalo de cinco breves minutos que le hagas a Él, y los erro­res que rodean al mundo quedarán corregidos a medida que per­mitas que se corrijan en tu mente.
11. No te olvides hoy de tu función. 2Cada vez que te dices a ti mismo con absoluta certeza: "La verdad corregirá todos los erro­res de mi mente" hablas en nombre de todos y de Aquel que liberará al mundo según te libere a ti.

LECCIÓN 108 - 18 de abril

Dar y recibir son en verdad lo mismo.

1. La visión depende de la idea de hoy. 2La luz se encuentra en ella, pues reconcilia todos los aparentes opuestos. 3¿Y qué puede ser la luz sino la resolución, nacida de la paz, de fundir todos tus conflictos y pensamientos erróneos en un solo concepto que sea completamente cierto? 4Incluso éste desaparecerá, ya que el Pen­samiento que se encuentra tras él aparecerá para ocupar su lugar. 5Y ahora estás en paz para siempre, pues en ese punto al sueño le llega su fin.
2. La verdadera luz que hace posible la verdadera visión no es la luz que los ojos del cuerpo contemplan. 2Es un estado mental que se ha unificado en tal grado que la oscuridad no se puede perci­bir en absoluto. 3Y de esta manera, lo que es igual se ve como lo mismo, mientras que lo que es diferente ni se nota, pues no está ahí.
3. Ésta es la luz en la que no se pueden ver opuestos, y la visión, al haber sanado, tiene el poder de sanar. 2Ésta es la luz que extiende tu paz interior hasta otras mentes, para compartirla y regocijarse de que todas ellas sean una contigo y una consigo mismas. 3Esta es la luz que sana porque genera una sola percepción, basada en un solo marco de referencia, del que procede un solo significado.
4. Ahí dar y recibir se ven como diferentes aspectos de un mismo Pensamiento, cuya verdad no depende de cuál de esos dos aspec­tos se vea primero, ni de cuál parezca estar en segundo lugar. 2Ahí se entiende que ambos ocurren simultáneamente, para que el Pensamiento conserve su integridad. 3Y este entendimiento es la base sobre la que se reconcilian todos los opuestos, ya que se perciben desde el mismo marco de referencia que unifica dicho Pensamiento.
5. Un solo pensamiento, completamente unificado, servirá para unificar todos los pensamientos. 2Esto es lo mismo que decir que una sola corrección bastará para que todo quede corregido, o que perdonar a un solo hermano completamente es suficiente para brindarle la salvación a todas las mentes. 3Pues éstos son sólo algunos casos especiales de la ley que rige toda clase de aprendi­zaje, siempre que esté dirigido por Aquel que conoce la verdad.
6. Aprender que dar es lo mismo que recibir tiene una utilidad especial, ya que se puede poner a prueba muy fácilmente y com­probar que es verdad. 2Y cuando con este caso especial se haya comprobado que en toda circunstancia en que se le ponga a prueba siempre da resultado, el pensamiento subyacente se puede entonces generalizar a otras áreas de duda y de doble visión. 3Y de ahí se expandirá hasta llegar finalmente al único Pensamiento subyacente a todos ellos.
7. Hoy practicaremos con el caso especial de dar y recibir. 2Utili­zaremos esta sencilla lección acerca de lo obvio porque produce resultados que no se nos pueden escapar. 3Dar es recibir. 4Hoy intentaremos ofrecerle paz a todo el mundo y ver cuán rápida­mente retorna a nosotros. 5La luz es tranquilidad, y en esa paz se nos concede la visión, y entonces podemos vera
8. De este modo damos comienzo a nuestras sesiones de práctica con las instrucciones para hoy, y afirmamos:

2Dar y recibir son en verdad lo mismo.
3Recibiré lo que estoy dando ahora.

4Luego cierra los ojos y piensa durante cinco minutos en lo que quie­res ofrecerle a todo el mundo, para así disfrutar de ello. 5Podrías decir por ejemplo:

6Le ofrezco sosiego a todo el mundo.
7Le ofrezco paz interior a todo el mundo.
8Le ofrezco ternura a todo el mundo.

9. Repite cada frase lentamente y luego haz una pequeña pausa, esperando recibir el regalo que diste. 2Este te llegará en la misma medida en que lo diste. 3Te darás cuenta de que recibes una retri­bución exacta, pues eso es lo que pediste.4Puede que te resulte útil, asimismo, pensar en alguien a quien dar tus regalos. 5Él re­presenta a los demás y a través de él estarás dándoselos a todo el mundo.
10. Nuestra sencilla lección de hoy te enseñará mucho. 2De ahora en adelante entenderás mucho mejor el concepto de efecto y causa, y nuestro progreso será mucho más rápido. 3Piensa en los ejercicios de hoy como rápidos avances en tu aprendizaje, el cual se acelerará y consolidará cada vez que digas: "Dar y recibir son en verdad lo mismo”:

LECCIÓN 109 - 19 de abril

Descanso en Dios.

1. Hoy pedimos descanso; y una quietud que las apariencias del mundo no puedan perturbar. 2Pedimos paz y tranquilidad en medio de todo el torbellino nacido de sueños conflictivos. 3Pedi­mos seguridad y felicidad, aunque lo que parece que vemos es peligro e infortunio. 4Y disponemos del pensamiento que respon­derá a nuestra petición con lo que pedimos.
2. "Descanso en Dios." 2Este pensamiento te brindará el descanso y el sosiego, la paz y la quietud, así como la seguridad y felicidad que buscas. 3"Descanso en Dios." 4Este pensamiento tiene el poder de despertar la verdad durmiente en ti que posees la visión que ve más allá de las apariencias hasta esa misma verdad en todo el mundo y en todo lo que existe. 5He aquí el fin del sufrimiento para el mundo entero y para todo aquel que jamás haya venido o haya de venir para estar aquí por algún tiempo. 6He aquí el pensa­miento mediante el cual el Hijo de Dios nace de nuevo para reco­nocerse a sí mismo.
3. "Descanso en Dios." 2Completamente impávido, este pensa­miento te sacará adelante a través de tormentas y luchas, más allá del infortunio y del dolor, de la pérdida y de la muerte, y te llevará a la certeza de Dios. 3No hay sufrimiento que no pueda sanar. 4No hay problema que no pueda resolver. 5Y no hay apa­riencia que no se convierta en la verdad ante los ojos de vosotros que descansáis en Dios.
4. Éste es el día de la paz. 2Descansas en Dios, y mientras los vientos del odio dividen el mundo, tu descanso permanece im­perturbable. 3Tuyo es el descanso de la verdad. 4Las apariencias no te pueden perturbar. 5Exhortas a todos tus hermanos a que se unan a ti en tu descanso, y ellos te oirán y vendrán a ti porque descansas en Dios. 6No oirán ninguna otra voz excepto la tuya porque tú le entregaste tu voz a Dios, y ahora descansas en Él y dejas que Él hable a través de ti.
5. En Él no tienes inquietudes, preocupaciones, agobios, ansieda­des o dolor, ni miedo al futuro ni remordimientos por el pasado. 2Descansas en la intemporalidad, mientras que el tiempo pasa de largo sin dejar marca sobre ti, pues nada puede jamás alterar tu descanso en modo alguno. 3Descansa hoy. 4Y según cierras los ojos, sumérgete en la quietud. 5Permite que estos períodos de descanso y respiro le aseguren a tu mente que todas sus frenéti­cas fantasías no eran sino los sueños de un delirio febril que ya pasó. 6Deja que tu mente se aquiete y acepte con agradecimiento su curación. 7Ahora que descansas en Dios ya no vendrán a ron­darte sueños de terror. 8Dedica tiempo hoy a ir más allá de los sueños, hasta llegar a la paz.
6. En los descansos que hoy tomas cada hora, una mente fatigada de repente se alegrará, un pájaro con las alas rotas romperá a cantar y un arroyo por largo tiempo seco manará de nuevo. 2El mundo renace cada vez que descansas y recuerdas cada hora, que viniste a brindarle la paz de Dios al mundo a fin de que pudiese descansar junto contigo.
7. Cada vez que hoy descansas cinco minutos el mundo se acerca más a su despertar. 2Y el momento en que lo único que haya sea descanso se acerca más a todas las mentes cansadas y exhaustas, demasiado agotadas ahora como para poder seguir adelante solas. 3Y estas mentes oirán al pájaro cantar otra vez y verán el manantial manar de nuevo, y con renacida esperanza y renovado vigor marcharán con paso ligero por la senda que de súbito parece más fácil de recorrer según siguen adelante.
8. Hoy descansas en la paz de Dios, y desde tu descanso exhortas a tus hermanos a que encuentren el suyo y descansen junto a ti. 2Hoy serás fiel a tu cometido, al no olvidarte de nadie e incluir a todos en el infinito círculo de tu paz, el sagrado santuario donde reposas. 3Abre las puertas del templo y deja que tus hermanos distantes y tus amigos más íntimos vengan desde los mas remo­tos lugares del mundo, así como desde los más cercanos; invíta­los a todos a entrar y a descansar contigo.
9. Hoy descansas en la paz de Dios, tranquilo y sin miedo. 2Cada uno de tus hermanos viene a descansar y a ofrecerte a ti su des­canso. 3Descansamos juntos aquí, pues así es como nuestro des­canso es total, y lo que hoy damos ya lo hemos recibido. 4El tiempo no es el guardián de lo que damos hoy. 5Damos a los que aún no han nacido y a los que ya partieron, a todo Pensamiento de Dios, y a la Mente en la que estos Pensamientos nacieron y en donde descansan. 6Y les recordamos su lugar de descanso cada vez que nos decimos a nosotros mismos: "Descanso en Dios”

LECCIÓN 110 - 20 de abril


Soy tal como Dios me creó.

1. Repetiremos la idea de hoy de vez en cuando. 2Pues sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creye­ses que es verdad. 3Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el uni­verso de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reem­plazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. 4Si sigues siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la aflicción y la muerte no existen.
2. La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido cometer en cualquier momento o lugar.2Esta idea es sufi­ciente para sanar el pasado y liberar el futuro. 3Esta idea es su­ficiente para permitir que el presente se acepte tal como es. 4Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar.
3. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no pue­den reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en enfer­medad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. 2Nada de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. 3No necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a iluminar al mundo y a liberarlo del pasado.
4. Con este pensamiento basta para erradicar todo el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta un futuro intemporal. 2Si eres tal como Dios te creó, enton­ces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya.
5. El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado. 2La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. 3Practica la idea de hoy con gratitud. 4Ésta es la verdad que te hará libre. 5Ésta es la verdad que Dios te ha prometido. 6Ésta es la Palabra con la que a todo sufrimiento le llega su fin.
6. Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con esta cita del texto:

2Soy tal como Dios me creó.
3Su Hijo no puede sufrir.
4Y yo soy Su Híjo.

7. Luego, mientras mantienes esta afirmación fija en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios Mismo.
8. Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su hermano.
9. Eres tal como Dios te creó. 2Honra hoy a tu Ser, 3y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. 4En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. 5Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres.
10. Búscalo hoy y encuéntralo. 2Él te salvará de todos los ídolos que has inventado. 3Pues cuando lo encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes que creías ser. 4Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nues­tras mentes a Dios.
11. Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. 2Pues así es como lo recordaremos. 3Y para poder recor­dar a Su Hijo, nuestro santo Ser, el Cristo en cada uno de nosotros diremos:

4Soy tal como Dios me creó.

5Declaremos esta verdad tan a menudo como podamos. 6Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. 7Ésta es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios y a Su eternidad.


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